Pensar en negociar nuestro salario generalmente nos lleva a cuando ya estamos dentro de una organización, pero es igualmente esencial para quienes se encuentran en búsqueda activa de empleo. ¿Por qué? Porque este primer acuerdo salarial establece las bases financieras de tu relación laboral y puede tener un impacto duradero en tu posicionamiento dentro de la nueva organización. Mi nombre es Gabriela Segovia, soy coach laboral; hoy vengo a contarte cómo negociar tu primer salario y no morir en el intento.

En mi experiencia como recruiter y coach de carrera, veo a diario personas que avanzan en procesos de selección sin animarse a hablar de sueldo. Muchas veces, a los candidatos les cuesta mucho hablar del tema salarial en las primeras etapas del proceso de selección, temiendo que pueda afectar su posición como aspirante al puesto. Sin embargo, el momento inicial de negociación es una oportunidad crucial para establecer expectativas claras y justas.

Negociar el salario antes de ingresar a la organización no solo demuestra tu valor y comprensión del mercado laboral, sino que también establece un precedente para futuros aumentos y reconocimiento de tu contribución. Es una manera de asegurar que el valor que aportas sea reconocido desde el principio, sentando así las bases para un crecimiento profesional más sólido.

La negociación no solo se trata de dinero; también puede incluir otros puntos respectos de cómo será el vínculo o la modalidad de contratación, desde horarios, vacaciones a diferentes beneficios. A través de esta discusión inicial, estás comunicando tu compromiso con tu propio valor y con la empresa.
Dos puntos no menores a tener en cuenta es que históricamente a las mujeres nos cuesta mucho más hablar de dinero y a su vez somos víctimas de la brecha salarial de género.

Las mujeres enfrentamos una brecha salarial persistente en comparación con nuestros colegas masculinos. Según datos de múltiples estudios y estadísticas gubernamentales, en promedio, las mujeres ganamos significativamente menos que los hombres por el mismo trabajo. Esta disparidad, conocida como la brecha salarial de género, suele situarse en un promedio del 15 al 20% en muchos países.

La brecha salarial de género es el resultado de una intersección compleja de factores, que incluyen la segregación ocupacional, la discriminación directa e indirecta, y los prejuicios arraigados en los procesos de contratación y ascenso. Estos elementos contribuyen a la desigualdad en los ingresos entre hombres y mujeres, lo que afecta no solo el salario inicial, sino también los aumentos y oportunidades de crecimiento a lo largo de la carrera profesional.

Esta disparidad salarial agrega una capa adicional de desafío para las mujeres al negociar su salario. A menudo, nos enfrentamos a una base salarial inicial más baja, lo que hace que la negociación sea aún más crucial para cerrar esta brecha.

Sumado a esto, históricamente a las mujeres nos cuesta más hablar de dinero. Entre las razones fundamentales se encuentran la internalización de roles de género que históricamente nos relegaron al ámbito doméstico, alejándonos de las conversaciones sobre salario y negociación. Asimismo, existe la percepción errónea de que las mujeres debemos ser modestas o conformarnos con lo que se nos ofrece, lo cual obstaculiza la habilidad para negociar de manera efectiva. Además, el temor a ser penalizadas o mal vistas por ser percibidas como "demasiado agresivas" al abordar temas de compensación. Estos obstáculos se suman a la disparidad salarial ya existente, lo que hace que la negociación del salario sea aún más crucial para nosotras.

Ante este escenario te dejo nueve consejos para abordar esta etapa de negociación de tu primer salario sin morir en el intento:

1. Investiga y Prepara tu Propuesta
Antes de las entrevistas, investiga los estándares de la industria y la empresa. Prepara argumentos sólidos sobre tu valor y contribuciones.

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2. Timing Estratégico
Elegí el momento adecuado para plantear la negociación. Aprovecha cuando haya interés en tu perfil y céntrate en mostrar tu valor antes de entrar en detalles salariales.

3. Claridad y Transparencia
Tener claridad sobre tus expectativas salariales es clave, además es recomendable que puedas argumentar por qué mereces esa compensación. Destaca tus habilidades y lo que aportarías al equipo.

4. Propuesta Concreta
Presenta una cifra específica (o un pedido acorde a tus necesidades) basada en tu investigación y en el valor que aportarías. Sé flexible, pero fundamenta tu propuesta.

5. Destácate desde el Comienzo
Mostrá tu dedicación y potencial desde el inicio del proceso de selección.

6. Profesionalismo en la Conversación
Mantén una actitud profesional y enfocada en los hechos durante las discusiones sobre el salario. Escucha atentamente y respondé con argumentos sólidos.

7. Buscá Oportunidades de Crecimiento
Si el salario inicial no es negociable, busca otros beneficios o posibilidades de crecimiento dentro de la empresa.

8. Flexibilidad y Alternativas
Negociar justamente implica contemplar que a veces las cosas no salgan tal y como las planeas, por eso es clave que consideres opciones alternativas si un aumento directo no es posible, como bonos por desempeño o beneficios adicionales y que a su vez tengas claro cuales son tus innegociables dentro de esa negociaciòn. Es decir que no estarìas dispuesto a ceder.

9. Agradecimiento y Persistencia
Agradece la consideración y la oportunidad, incluso si no logran un acuerdo inmediato.

Recuerda que negociar el salario en el proceso de selección es clave para establecer una base sólida en tu relación laboral. Al mostrar tu valor con claridad y mantener la profesionalidad, estarás más cerca de asegurar una compensación justa desde el inicio. Si te quedo alguna duda o quisieras una asesoría me puedes encontrar en Instagram como @_hagamos 

Portada: Christina Wocintechchat