La vagina, a menudo descuidada durante la juventud y la edad adulta, se convierte en un tema de interés crucial a medida que envejecemos. Durante la época fértil, nuestros cuerpos están equipados con un sistema de "autolimpieza" y "autocuidado", gracias a los estrógenos que mantienen su salud. Sin embargo, a medida que envejecemos, estos cambios hormonales impactan en la anatomía y la función de la vagina y la vulva. Soy la Dra. Matilde Gómez Frieiro, ginecóloga y hoy vengo a hablarte de estos cambios y sus respectivos cuidados.
Con el tiempo, experimentamos una disminución en la vascularización, colágeno y tono muscular en la vulva. La pérdida de elasticidad y tono se convierte en una realidad inevitable. Los músculos del suelo pélvico también juegan un papel crucial, ya que su debilitamiento puede provocar problemas como la incontinencia urinaria y el prolapso.
La disminución de estrógenos y andrógenos conlleva cambios físicos, como sequedad vaginal, molestias durante las relaciones sexuales e infecciones recurrentes del tracto urinario. Problemas dermatológicos, como varices vulvares o liquen escleroso vulvar, también pueden surgir con la edad.
Los cambios en la vagina pueden afectar negativamente a la vida sexual y la autoestima de una mujer, causando incomodidad durante las relaciones y llevando a evitarlas por completo. Estos cambios también pueden influir en la calidad de vida general de una mujer.
Es fundamental conocer y reconocer nuestra propia anatomía vaginal y vulvar. La hidratación diaria, el cuidado del suelo pélvico mediante ejercicios de Kegel y una adecuada higiene íntima son clave. Además, es importante consultar con un profesional de la salud si se experimentan cambios significativos.
El estigma en torno a la vulva hace que muchas mujeres eviten hablar o incluso reconocer esta parte de su cuerpo. Sin embargo, comprender los cambios vaginales a medida que envejecemos nos permite identificar posibles problemas de salud y buscar tratamiento cuando sea necesario.
Es esencial estar atentas a cualquier cambio significativo en la vagina y buscar atención médica si se experimentan síntomas como picor, cambios en el flujo vaginal o dolor durante las relaciones sexuales.
Incorporar una rutina de hidratación diaria, cuidar el suelo pélvico con ejercicios específicos, mantener una vida sexual activa y saludable, y considerar opciones de tratamiento como la regeneración vaginal pueden ser útiles. Además, es crucial recordar que la salud vaginal está intrínsecamente ligada a nuestro bienestar general, por lo que cuidar nuestra salud en su totalidad es fundamental.
Estar informadas sobre cómo cambia nuestra vagina a medida que envejecemos nos permite tomar medidas preventivas y buscar tratamiento cuando sea necesario, mejorando así nuestra calidad de vida y bienestar general. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @dr.matildegomez.
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Soy Matilde Gómez Frieiro, doctora en Medicina y especialista en Ginecología y Obstetricia con más de 30 años de experiencia. Me gusta definirme como ginecóloga de cabecera pues he tenido la suerte de acompañar a muchas mujeres en todas las etapas de su vida desde la adolescencia a la postmenopausia. Son mis pacientes las que me han hecho crecer con sus preguntas, muchas veces con cuestiones fuera de la ginecología clásica pero que me llevaron a investigar más allá para poder ofrecerles una respuesta. Por eso me introduje en los estudios de ginecología funcional y regenerativa para adaptarme a lo que demandaban mis pacientes. Actualmente estoy haciendo una labor divulgativa en Instagram y en diferentes medios de comunicación donde comparto lo que sé de una manera rigurosa pero asequible a cualquiera para que se todas conozcamos como funciona nuestro cuerpo y así aprender a cuidarlo.
