La salud mental de los niños es un componente vital de su desarrollo y bienestar a lo largo de toda la vida. La psicología sostiene que diversos factores, tanto psicológicos como ambientales, inciden en la construcción de la psique infantil. Muchas veces dejamos a un lado que la salud mental va entrelazada desde la infancia, hasta la vejez. Mi nombre es Deborah Bellota y soy psicóloga. Hoy nos sumergiremos en los elementos fundamentales que determinan la salud mental de los niños y cómo va cambiando al pasar de los años.
Es imperativo reconocer que el entorno en el que un niño se desarrolla desempeña un papel central en su salud mental, siendo la relación con sus cuidadores, especialmente con la madre, un factor crítico en su desarrollo emocional. La calidad del vínculo inicial, marcado por la satisfacción de las necesidades básicas y la aceptación de la individualidad del niño, establece las bases esenciales para su salud mental futura. La prevención y promoción de la salud mental infantil requieren un enfoque interdisciplinario y la participación activa de los padres para cultivar un entorno emocionalmente seguro y enriquecedor.
Todo influye en la salud mental de un niño, y gran parte de este impacto proviene del contexto en el que se desarrolla. La noción de una "madre suficientemente buena" se refiere a aquella capaz de satisfacer las necesidades básicas del niño, que van más allá de lo físico e incluyen aspectos emocionales.
El vínculo entre la madre y el niño, especialmente en los primeros años, influye en la mirada y cómo se percibe al niño. Desde el deseo de concebir hasta la crianza, las expectativas y fantasías que los padres proyectan en sus hijos impactan significativamente en su salud mental.
Un clima emocional positivo es clave para el desarrollo saludable de un niño. La exposición a violencia, excesos de información, distorsiones en los mensajes, castigos y desvalorizaciones puede poner en riesgo la salud mental del niño. La pertenencia a un grupo familiar sólido y la introducción de conductas basadas en valores éticos y morales contribuyen a establecer límites necesarios.
Los trastornos mentales, especialmente aquellos relacionados con el neurodesarrollo, pueden manifestarse desde edades tempranas. Trastornos del aprendizaje, como la dislexia, y del desarrollo, como el espectro autista, requieren una detección temprana y un enfoque interdisciplinario para su manejo.
La intervención temprana y multidisciplinaria es esencial para abordar trastornos mentales en la infancia. Terapias psicopedagógicas, fonológicas y farmacológicas pueden ser parte de un enfoque integral. La prevención implica la información y la responsabilidad de los padres para comprender la mente infantil y consultar a profesionales ante cualquier duda.
Para promover la salud mental de los hijos, los padres deben fomentar una comunicación abierta y sin tabúes desde temprana edad. Consultar a profesionales de la salud mental, tanto médicos como psicólogos, ante cualquier duda es esencial. La construcción de la autoridad debe basarse en el respeto y la comprensión de las etapas psíquicas de sus hijos.
Durante la adolescencia, los desafíos más comunes incluyen la ansiedad, la depresión y la falta de límites. La comunicación abierta entre padres e hijos, centrada en la confianza y la empatía, es fundamental para abordar estos desafíos.
Ahora, cuando entramos a la vejez y con el paso de los años, las personas, enfrentan la revisión de sus vidas, pérdidas físicas y mentales, y desafíos como la soledad y enfermedades crónicas. La preparación emocional para esta transición implica aceptar y trabajar en la conexión con propósitos y proyectos personales más allá de la crianza.
La depresión en la vejez llega muchas veces cuando los hijos se van, está relacionada con el vacío que queda y la necesidad de resignificar la vida. Las mujeres que han centrado exclusivamente su vida en la maternidad pueden experimentar un vacío más profundo, subrayando la importancia de redirigir la atención hacia metas personales. Los padres deben entender que los hijos no son propiedad exclusiva, sino individuos destinados a seguir su propio camino. Anticipar la partida de los hijos, redirigir el interés hacia proyectos personales y mantener una conexión profunda con la pareja contribuyen a enfrentar esta transición sin generar dependencia emocional.
¿En tu familia ir al psicólogo o al psiquiatra es un tabú?
La atención a las distintas etapas del desarrollo, la comunicación abierta y la búsqueda de ayuda profesional, contribuye a establecer bases sólidas para el bienestar psicológico a lo largo de la vida. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @maternidad_crianza_familia
Portada: Gustavo Fring
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Soy mamá de Bruni, de 4 años de edad, vivo con mi pareja e hijo en CABA. Argentina.
Me especializo en maternidad, paternidad, crianza y familia desde una mirada sistemática y vinculos de pareja.
Además, soy Especialista en Sueño Infantil y @buso Sexaual Infantil.
Tengo un Centro Integral de Psicología con un gran equipo de Psicólogos, con variedad de especializaciones y distintas orientaciones: Psicoanálisis, Sistémica, Cognitivo Conductual, Gestáltica, Mindfulness y Sexología.
En el equipo hay también Psiquiatras y Puericultora.
Atendemos a niños, adolescentes y adultos de manera presencial en CABA, Argentina y online a todo el mundo.
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